Socialismo

El sistema económico contrario al capitalismo es el socialismo. Mientras que en el capitalismo los medios de producción están controlados por la propiedad privada, en el socialismo se propone una distribución social de los medios de producción a través de la propiedad colectiva.

Una de las propuestas del socialismo radica en la eliminación de las clases sociales dominantes –integradas por la burguesía, quienes controlan los medios de producción y poseen las riquezas- y las clases sociales subordinadas o más desposeídas, constituidas por el proletariado y los empleados sin acceso a las riquezas provenientes de los medios de producción.

En el socialismo, el control colectivo de los medios de producción ocurre de forma controlada y planificada según los intereses generales de la sociedad y no en función de un particular.

Las formas de participación de los Estados-nación ante un sistema socialista puede ser posible a través de la nacionalización de las empresas y de una planificación de la producción; sin embargo, el socialismo puede no incluir al Estado y entender la economía y los medios de producción como parte de una propiedad comunitaria con mayor pluralismo.

En una economía con estas características, desaparece cualquier forma de propiedad privada para instaurar una propiedad social o colectiva, por lo que desaparece el capital, que no es más que el uso de recursos para la generación y reproducción de riquezas.

Semejantes cambios en la forma de entender la apropiación de los medios de producción en contrapartida con el modelo capitalista, permiten hacer especial mención al carácter social, cultural, político e ideológico que impregna al socialismo, aún por encima de un mero modelo económico.

Historia del socialismo

Hablar de socialismo incluye un largo debate que se ha realizado desde diferentes rincones del mundo, momentos históricos, posturas ideológicas y científicas, y preferencias políticas.

Sin embargo, el término socialismo surgió por primera vez en 1834 de la mano de Robert Owen, quien describió el socialismo como una forma de organización colectiva de la producción y su posterior distribución entre los particulares que consume determinado bien o servicio.

Los cambios ocurridos a partir de la revolución industrial, que incluyen la industrialización de los sistemas productivos, permitieron que en el siglo XIX surgiera la fuerza de trabajo en condiciones de proletariado y ocurriera un aumento masivo en la cantidad de trabajadores asalariados.

En ese contexto de avance del capitalismo, las ideas del socialismo tomaron forma en cuanto a su concepción y a los elementos que forman parte de su ideología, sobre todo a partir de una búsqueda de reivindicaciones salariales y laborales (sobre aspectos como las precarias condiciones de los sitios de trabajo, la exposición a materiales nocivos o la inexistencia de beneficios adicionales al salario).

Tomando como punto de partida aspectos como la justicia social y la equidad, algunos pensadores apostaron por el desarrollo del modelo socialista para superar el imperante sistema capitalista. Sin embargo, es Karl Marx quien impulsa el surgimiento de un basamento teórico que permitiría sustentar el socialismo.

La influencia de Karl Marx

El término socialismo remite irremediablemente a Karl Marx –un filósofo, economista e intelectual de origen alemán- debido a sus profundas reflexiones en torno al capital, el capitalismo, las clases sociales y la desigualdad en el mundo capitalista.

Su obra más célebre “El Capital”, publicada en 1867, asentó las bases de la dura crítica al capitalismo que desarrollaría Marx y que seguirían una cantidad innumerable de pensadores y científicos.

Karl Marx

Entre los pensamientos de Marx resalta su definición del capitalismo que resume como una explotación del hombre por el mismo hombre, a través del trabajo asalariado. Asimismo, sostenía que las clases sociales debían ser completamente eliminadas de la estructura social de los pueblos, para fundar entonces una sociedad con igualdad y justicia.

La eliminación de la propiedad privada y una clase obrera que controlara el Estado –encargado hasta entonces de controlar al proletariado para favorecer al capitalismo-, eran otras de las premisas del socialismo propuesto por Karl Marx.

La influencia de Marx en el desarrollo de las teorías y postulados socialistas y comunistas es tal que a partir de sus propuestas se han generado una gran variedad de corrientes teóricas y epistemológicas, entre las que se puede mencionar el marxismo, el comunismo, el anarquismo, el neomarxismo y el postmarxismo.

A partir de las ideas de Marx surgieron algunos gobiernos liderados por los llamados “revolucionarios socialistas” que consiguieron establecerse en el poder en el siglo XX. Precisamente, la influencia de Marx sobre otros teóricos hizo posible la instalación de estos gobiernos a partir de variantes como el leninismo en la Unión Soviética (1922) y el maoísmo en la República Popular China (1949).

Principios del socialismo

Responde al capitalismo: el surgimiento de los principales postulados del socialismo obedece a una dura crítica al capitalismo, por lo que su nacimiento y profundización está marcada por ser una respuesta a las desigualdades planteadas desde el sistema capitalista. En este sentido, los planteamientos del socialismo niegan buena parte o todas las premisas del capitalismo.

Propiedad colectiva: sin duda, es una de las premisas fundamentales del socialismo, sobre todo en oposición con el capitalismo que parte de la prevalencia de la propiedad privada. La posesión y el acceso a los medios de producción en este caso adquiere un carácter social o colectivo que responde a necesidades de la misma índole. En el socialismo, esta propiedad colectiva puede o no incluir al Estado.

Estatización de las empresas: ante una incorporación del Estado en el modelo socialista, este debe estatizar o nacionalizar empresas, industrias o sectores económicos para asumir una gerencia y administración conforme con los principios de propiedad colectiva.

Distribución social de las riquezas: la importancia de tener unos medios de producción comunitarios radica en las posibilidades de que las riquezas obtenidas a través del trabajo sean distribuidas mediante los principios de igual, equidad y justicia; lo que, a su vez, serviría para lograr la eliminación de las clases sociales.

El comunismo: a partir de la influencia de Karl Marx se toma el comunismo como una forma de organización sociopolítica que permitirá desplazar el capitalismo e instaurar el socialismo como punto intermedio para la obtención de una sociedad comunista.

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