Los magiares
Los magiares fueron un pueblo de jinetes que en el siglo VIII, existía en las llanuras al norte del mar Negro, entre Volga y el Don.
El pueblo de los magiares, fue presionado por otro pueblo nómada, los pechenegos, y a causa de ellos, pasaron los Cárpatos a lo último del siglo IX.
Los magiares, tenían la estrategia de sorprender a su enemigo con rapidez el dominio que ejercían sobre el caballo, era superior en campos abiertos al de sus oponentes alemanes e italianos.
Aun así, en terrenos montañosos y en el cruce de ríos, eran más vulnerables, lo que daba cierta ventaja a los gobernantes germanos.
El origen de los magiares
Los magiares, también conocidos como los húngaros son algo confuso.
La suposición de mayor aceptación es la teoría ugrofinesa, que nació a finales del siglo XIX y basada en justificaciones etnográficas y topónimos.
Lo que es la evidencia lingüística, apoya bastante dicha teoría, pero la relación del magyas dentro de la familia lingüística urálica es polémica.
En otras teorías, se indica que los magiares son descendientes de los escitas, de hunos, de ávaros, de turcos, o de algún otro pueblo altaico.
Y el estudio de estos parentescos, se basa principalmente en leyendas medievales, y referencias clásicas en latín, griego y árabe.
Hoy en día, tienen un mejor cimiento, los trabajos lingüísticos que muestran conexiones importantes entre el húngaro y otras lenguas urálicas.
Generalmente son clasificados al húngaro como parte de las lenguas ugrofinesas, subgrupo de las lenguas urálicas que incluye entre otros al finés o el estonio.
El parecido linguistico elegido del húngaro con otras lenguas ugrofinesas, y de éstas entre sí, no significa que las personas que hablan dichas lenguas, estén emparentadas en términos genéticos.
Se ha propuesto, que el idioma húngaro, está estrechamente relacionado con lenguas obi-ugrias.
El crecimiento de la nación magiar
Los magiares, comenzaron sus incursiones hacia Occidente a inicios del siglo XII, ocuparon el espacio vacío que los ávaros dejaron en los terrenos de las actuales Eslovaquia y Hungría, hasta que alcanzaron Sajonia, la Lotaringia e incluso Francia.
Así, durante la gran expansión de los magiares, la influencia de la tribu llegó a los montes Cárpatos y Transilvania, y en el sur, hasta la región ubicada entre los dos ríos Sava y Drava.
El fin de incursiones y el principio de los asentamientos de los magiares en las planicies de Hungría, fueron provocados por la derrota sufrida con la batalla de Lechfeld en el año 955.
Por lo que, el principado de Hungría fue el predecesor del reino de Hungría, y las primeras fronteras se expendían desde la Bohemia imperial hasta los lindares de los montes Dálmatas, los límites de la Bosnia bizantina y la frontera al norte de Eslovaquia.
Los magiares, tuvieron entonces una pronta conversión al catolicismo, causado por la herencia magiar de la época de las invasiones, cerca del nuevo milenio.
Antes de asentarse, tenían un estilo de vida basado en el robo, y la destrucción de ciudades.
Durante sus razias habían obtenido muchos enfrentamientos militares abiertos como la batalla de Bratislava.
Luego fueron derrotados en la batalla de Merseburgo y en la batalla de Lechfeld, frustrando así las incursiones en otros territorios y presionándolos a adquirir hábitos distintos y sedentarios.
La cultura de los magiares
Los magiares, constaban de una florecida cultura pagana de tendencias orientales que manifestaron en sus leyendas, arte y música popular.
Tras la conversión al catolicismo, la cultura y formas sociales occidentales desplazaron a los elementos culturales paganos y orientales, convirtiendo así al latín en la lengua oficial y literaria.
Los magiares, son considerados generalmente la columna protectora de la civilización occidental, porque, a diferencia de las culturas apartadas de sus límites orientales, había realmente asimilado muchas influencias occidentales.
Los magiares en los siglos XVIII y XIX, absorbió la ilustración de Francia y el liberalismo europeo occidental.
La literatura de los magiares, disfruto de un gran desarrollo autónomo, ya que la denominada “escuela de occidente”, favoreció la mezcla de los elementos culturales húngaros y la cultura moderna occidental fueron relevantes en el siglo XX.
Los magiares y el arte
La pintura de los magiares alcanzó la cima de su evolución durante el periodo romántico en el siglo XIX. Algunos de los pintores destacados son Mihály Munkácsy, Viktor Madarász, Pál Szinyei Merse y Mihály Zichy, fueron unos de los artistas más importantes del siglo XX.
El desarrollo del catolicismo en Hungría, introdujo el uso de la música sagrada de Europa occidental a los magiares, primeramente a través del canto gregoriano y, tras la Reforma, mediante del canto gregoriano, y así tras la reforma, por medio de corales de creo protestantes.
Los estilos característicos de este, influyeron bastante desde la India trayendo a Hungría durante el siglo XV, un estilo instrumental y vocal muy distinto.
Además de todo esto, la música popular de los magiares, absorbió aspectos del perfil de la armonía oriental, como por ejemplo, la organización de melodías por modos o escalas propias de los turcos, que invadieron el país, durante los siglos XVI y XVII.
Las cortes principescas, como las del príncipe Nicolás Estérhazy en Eisenstadt, poseían orquestas y organizaciones de ópera propias, que juntaban a músicos extranjeros; el mejor ejemplo es del compositor austriaco Joseph Haydn, que trabajó alrededor de más de treinta años para la familia Estérhazy.
La música alemana siguió siendo la principal influencia en la música de los magiares hasta el siglo XX.
En el año 1905, Bartók y Kodály, publicaron miles de aires populares de los magiares que utilizaron en su totalidad o sólo algunos de sus movimientos en sus mismas composiciones.
Pero, a últimos de la década de 1950, los compositores húngaros más jóvenes comenzaron a evitar este estilo de Folklore e iniciaron una exploración en las tendencias compositivas más vanguardistas.
Siendo Ferenc Erkel, el compositor más importante húngaro en el siglo XIX, compuso el himno nacional y la primera ópera húngara.
Así mismo, Franz Liszt compositor y pianista húngaro, pasó la mayor parte de su vida en otros países, por su carrera.
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