Cactus
Los Cactus son plantas exóticas de la familia de las Cactaceae. Esta familia es oriunda de América. No obstante, existe una excepción con Rhipsalis basccifera, extendida por Madagascar y Ceilán, y África Tropical.
Existen plantas suculentas que se asemejan a los cactus y se les asume como tal. Esto se debe a la evolución por presión selectiva que resultan en morfologías parecidas. Pero es necesario aclarar que no existe un parentesco entre ellas. Una característica distintiva de las especies de la familia de las Cactácea es una estructura denominada areola, que se puede observar donde nacen las espinas, las flores y vástagos nuevos.
El cultivo de los Cactus
Por sus características son plantas un tanto raras y muy llamativas; por lo que se cultivan como plantas de interior y en Jardines. En fin, son plantas ornamentales. Por lo que se diseñaron un tipo de jardín llamado xerojardines, donde se cultivan cactus y otras plantas xerofitas.
Requerimientos más básicos de los Cactus
Opuesto a lo que muchos creen, los cactus también necesitan agua para poder vivir; a pesar de que son plantas, en su mayoría xerófitas, que soportan sequía. En este sentido es conveniente dejar que el sustrato se seque entre cada riego y el siguiente. Se debe tomar en cuenta el drenaje del sustrato (este debe ser de buen drenaje). Mantener una humedad óptima evita la aparición de patógenos por humedad; tales como hongos y bacterias.
En cuanto a la radiación solar en los cactus, deficiencias provocan que éstos se ahílen; lo cual es una especie de estiramiento que éstas plantas realizan como un mecanismo de búsqueda de una mayor radiación solar. Esta característica modifica su aspecto (se estiran) y pierden atractivo.
Con respecto al cuidado de sus raíces, en momentos de trasplante, es importante tener mucho cuidado al eliminar la tierra sin dañarlas; ya que ésto podría propiciar la entrada de patógenos por heridas y sus consecuentes pudriciones. En caso de dañar alguna raíz en este procedimiento, te recomendamos aplicar carbón vegetal en polvo y dejar de regar durante diez días.
Cómo regar un Cactus
La cantidad y frecuencia de riego dependerá siempre de las condiciones ambientales y climáticas bajo las cuales se encuentra la planta. Lo primero que hay que tomar en cuenta para realizar el riego en este tipo de plantas es que el sustrato debe estar completamente seco antes de aplicar el siguiente riego. También es algo que se adquiere con la práctica y la experiencia.
El riego dependerá de los siguientes factores puntuales:
- La cantidad de sol que recibe
- El calor del ambiente
- Cantidad y frecuencias de lluvia
- Tipo de sustratos: Si éstos son más arenosos, de buen drenaje, o si son más arcillosos, que retienen mucha humedad.
Riego en cultivo en exteriores
Si cultivas un Cactus en exteriores, en tierra al aire libre, puedes regar una vez por semana, si es verano. En primavera y otoño, con lluvias, tal vez no sea necesario regar, ya que la suplencia la aportarían las lluvias. Si no llueve, se puede regar cada quince días. En invierno por razones obvias, no es necesario regar. Es importante evitar los excesos de humedad para evitar las pudriciones.
Riego en cultivo en macetas
En caso de que la planta esté cultivada en maceta, durante el otoño y primavera, se puede regar cada quince días y esperar aproximadamente una semana después de ver seco el sustrato. Igualmente, durante el verano, cuando se observe el sustrato seco, se debe regar. En el caso de las macetas de barro, recuerda que se secan con más rapidez que las de plástico. También te recordamos que las tierras arcillosas tardan en secarse. Si tu Cactus tiene un sustrato arcilloso, verifica que el agua siempre drene por completo a través de los orificios.
Los cactus de interiores que estén bajo calefacción deben regarse uno o dos veces al mes; especialmente si son tropicales.
Un exceso de riego en este tipo de plantas puede resultar mortal, ya que puede podrir las raíces. Si hay un déficit, su desarrollo será bajo.
El abonado de los Cactus y otras suculentas
Los Cactus son plantas de naturaleza desérticas, y ésto lo confirma su peculiar apariencia. Por esta razón son muchos los que creen que estas plantas no necesitan de abonado, pero no es así. Como ocurre en cualquier planta, los Cactus también terminan consumiendo todos los nutrientes disponibles en el sustrato, por lo que requieren que les sea suplido de nuevo y así poder segur adquiriendo los nutrientes necesarios.
Cuando comenzar a abonar un Cactus
Se puede comenzar con el abonado cuando la planta de indicios de señales de crecimiento de botones florales o brotes. Generalmente ocurre a principios de la primavera, una vez al mes hasta la llegada del otoño. Abonar en otoño aumenta la posibilidad a la planta de almacenar nutrientes para el re-brote y la floración en la primavera-verano siguiente. En la época de invierno se desaconseja el abono. En cuanto a fertilizantes, éstos se pueden aportar diluido en agua. Suele ser recomendable el de tipo granulado.
Abonar también antes de la floración
En el manejo del abonado en los Cactus, conviene abonar antes de la floración con algún producto rico en potasio; ya que esto favorece la formación de los capullos florales. Para el resto del ciclo de vida de la planta se puede abonar con algún producto que contenga todos los elementos. Mejor si se usan productos especializados en Cactaceae y demás suculentas.
Tener cuidado con los excesos de nitrógeno
Un exceso de nitrógeno produce tejidos muy débiles y de contextura aguada, menos flores o incluso ausencia de éstas.
Un tip importante que pocos conocen
Los Cactus, al ser plantas de temperaturas altas realizan intercambios gaseoso durante la noche, de forma que cuando dormimos consumimos su dióxido de carbono; contrario a lo que pasa con el resto de las plantas.
Te invitamos a que nos cuentes tu experiencia con estas maravillosas plantas y realizar un interesante feedback. Para despedirnos te dejamos con el siguiente video, y esperamos que lo disfrutes!
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